Las familias nicaragüenses celebran y conmemoran este 19 de julio el 35 Aniversario del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista (35/19), epopeya histórica en la que el país conoció por primera vez la libertad, que hoy permite alcanzar Nuevos Tiempos de Paz, Prosperidad, Desarrollo y Justicia.

La Compañera Rosario Murillo, Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, señaló en días anteriores que este 35/19, [email protected] nicaragüenses nos preparamos para celebrar a lo grande desde las 6 de la tarde, en la Plaza de la Fé - San Juan Pablo II, junto al Presidente Daniel Ortega, los triunfos alcanzados ya en esta nueva etapa de la Revolución y el porvenir de mayor desarrollo que le espera al país.

“Estamos preparados para celebrar en grande, dándole gracias a Dios en grande. Eso somos nosotros los nicaragüenses, un pueblo de fe, de valores cristianos, de familia, de valores familiares, de comunidad, de valores de vida en comunidad, en solidaridad, con la seguridad que gracias a Dios tenemos”, enfatizó Rosario añadiendo que desde la paz los nicaragüenses están avanzando hoy hacia un porvenir mejor.

“Cuánta gente, cuántos hermanos y hermanas no conocieron ese día, ese olor, ese aroma del triunfo de la Revolución. Cuántos hubiesen querido llegar y entrar a Managua, llegar y entrar triunfantes a cada una de las cabeceras de departamentales y no pudieron, pero sembraron esta Revolución que a nosotros nos toca hacer florecer”, señaló.

“35 años y la Revolución flor, y allí están ellos, ellas, esa semilla que hemos venido cultivando con amor porque nos debemos, nos debemos a nuestros héroes, a nuestros mártires, Sandino, Carlos, Tomás, tanto nicaragüense, tantos muchachos, muchachas, jóvenes eternos que dieron la vida por esta patria libre, linda que hoy tenemos”, explicó.

La Compañera aseguró que estos días son precisamente para que los nicaragüenses se reconozcan en esos héroes y mártires, y para comprometerse más por Nicaragua desde los valores de la Fe, la Familia y la Comunidad.

“Somos una revolución espiritual, de cultura, de conciencia, de cariño, de amor, y esa es la revolución que en Nicaragua vivimos llena de tanta confianza en esa luz, en ese porvenir, en esa iluminación, en ese cariño fortalecido que renace cada día”, concluyó Rosario.