El Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Kanayo Nwanze, dijo sentirse admirado del modelo de desarrollo rural que tiene Nicaragua.

Durante una gira de dos días por el norte y el Caribe nicaragüense, Nwanze se reunió con los protagonistas de los distintos programas que ejecuta el Gobierno Sandinista con el apoyo del FIDA y pudo comprobar lo exitosos que estos han resultado.

Los encuentros fueron con cooperativistas del Valle de Sébaco, Matagalpa y Laguna de Perlas, lugares donde en los últimos años las familias campesinas han experimentado un cambio drástico en sus actividades productivas y por lo tanto en su bienestar.

Infraestructura y desarrollo personal

Para Nwanze la inversión en infraestructura rural y el desarrollo personal, sobre todo el de las mujeres, son elementos indispensables para mejorar la economía de las familias campesinas.

“Una vez una mujer rural está empoderada económica y financieramente es una inversión en la comunidad, y la comunidad se transforma porque las mujeres rurales son mejores administradoras de recursos financieros y ambientales”, explicó el presidente del FIDA quien durante la gira de trabajo estuvo acompañado por los ministros del Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio.

Un modelo asociativo

Al respecto Nwanze se mostró especialmente admirado de cómo un grupo de protagonistas del Bono Productivo Alimentario en Sébaco han logrado unirse y conformar una pequeña granja porcina a partir de los recursos que les habían sido facilitados.

Las protagonistas son socias de la Cooperativa Amor y Esperanza y de la Cooperativa Leyla López. Ellas hasta hace poco más de un año criaban cerdos individualmente, pero se dieron cuenta que solo a través de un modelo asociativo iban a poder fortalecerse como pequeñas empresarias.

“Es impresionante ver cómo se han movido de una actividad individual a nivel de hogar y se han formado en una cooperativa mayoritariamente de mujeres”, indicó Nwanze destacando la importancia de que en la granja no solamente se crían cerdos sino que se ha pasado a un proceso industrial de destace y producción de los derivados de la carne de cerdo.

“Estoy muy complacido que FIDA puede participar en este proyecto de desarrollo rural”, añadió.

Josefina Stubbs, Directora de la División de América Latina y el Caribe del FIDA, señaló que para lograr proyectos exitosos como este ha sido determinante el apoyo del gobierno central y de los gobiernos locales.

“Yo creo que es lo que hace la diferencia: inversiones a tiempo, inversiones bien manejadas”, destacó.

Consuelo Velázquez, de la Cooperativa Amor y Esperanza, dijo que para ellas la idea siempre fue darle valor agregado al cerdo y no quedarse como simples criadoras individuales.

En la pequeña granja, cuya capacidad es de 120 cerdos, estas mujeres fabrican chorizos, embutidos, cortes de carne, brochetas y otros productos, lo cual para ellas significa meterse de lleno a un proceso empresarial y a una mejora en las condiciones de vida familiar.

En Sébaco, el presidente del FIDA también se entrevistó con los socios de la Cooperativa Agroindustrial del Terrabona, Sébaco y Ciudad Darío.

Esta cooperativa con el apoyo del FIDA construyó un horno para secar la cebolla. Este permite incrementar la preservación de este producto a 3 o 4 meses y no solamente un mes como sucede sin el tratamiento adecuado.

Elsa Soza, explicó que la cooperativa la conforman 251 mujeres y 90 hombres, quienes se siempre habían asumido las pérdidas provocadas por la falta de una tecnología de este tipo.

“Hoy muy contentos los productores de cebolla dicen: ya vamos a tener un horno que va a secar la cebolla y por lo menos no se nos va a seguir perdiendo”, afirmó.

Área rural importante para la seguridad alimentaria

Nwanze dijo que Nicaragua representa una oportunidad para valorar los avances que se han logrado a nivel local desde los distintos programas en ejecución.

“Mi institución tiene la ventaja de trabajar exclusivamente con las áreas rurales” porque “entendemos perfectamente bien el valor fundamental que tiene el sector rural para la seguridad alimentaria del país”, subrayó.

Transformación de la caficultura

El café es un rubro productivo del cual dependen unos 28 mil pequeños productores nicaragüenses. Con el objetivo de garantizar la estabilidad en el sector el Gobierno se encuentra ejecutando el Programa de Transformación de la Caficultura, contando en dicho proceso con el apoyo financiero y técnico del FIDA.

El presidente de esa institución aprovechó durante la gira para visitar el Valle Malespín de la Comunidad Aranjuez, municipio de Matagalpa. Allí entre espesas montañas crecen los cafetos de la Cooperativa Solidaridad gracias a que sus 69 socios recibieron un financiamiento de 150 mil dólares para la renovación de las plantas y para la instalación de maquinaria productiva.

Reynaldo Mairena, socio de esta cooperativa, señaló que ellos inclusive cuentan ahora con un fondo resolvente que les permite autofinanciarse.

“En la finca cada productor tiene su beneficio, corta el café y allí no más lo despulpa”, manifestó Mairena.

Un gobierno comprometido con el sector rural

El presidente del FIDA también alabó al gobierno de Nicaragua por demostrar su compromiso con el sector rural principalmente aprobando desde la Asamblea Nacional los distintos acuerdos de financiamiento.

En este sentido, recordó que la Junta Directiva del FIDA aprobó el año pasado un financiamiento para el Mercadeo y Adaptación al Cambio Climático.

“Eso fue en diciembre del año pasado. En marzo se firmó el acuerdo en Roma y uno o dos meses más tarde la Asamblea Nacional de Nicaragua ratificó este acuerdo”, expresó.

Destacó que en América Latina la ratificación de estos acuerdos toma hasta dos años, de allí que Nicaragua se caracterice por la agilización de estos procesos.

“Creo que es muy importante que ustedes entiendan el verdadero compromiso que tiene su gobierno central cuando busca apoyo financiero internacional para ayudar a los agricultores en el país, y es por eso que el proceso (de ratificación) fue así de rápido en Nicaragua”, indicó.

Admirado del programa Nicaribe

El Programa de Desarrollo de Sistemas Productivos Agrícolas, Pesqueros y Forestales en los Territorios Indígenas de la RAAN y RAAS (Nicaribe) se ejecuta gracias al apoyo del FIDA, y fue por esto que el presidente de esta institución visitó la comunidad Rocky Point del municipio de Laguna de Perlas. Allí pudo hablar con las socias de la cooperativa Black Farmer, quienes producen yuca, fruta de pan, granos básicos, coco y otros rubros propios del Caribe nicaragüense.

“Nosotros tuvimos la grata impresión que las compañeras estén muy contentas por la ayuda que el FIDA les pudo otorgar en términos de los diferentes tipos de plantas: coco, tubérculos, plátanos”, manifestó.

Nwanze expresó que lo que el FIDA busca es que estos productores aumenten sus activos y con así “salgan de la pobreza”.

Indicó que el FIDA en la actualidad tiene tres programas en ejecución (entre estos Nicaribe) que suman cerca de 60 millones de dólares.

Karen Fox, socia de la Cooperativa Black Farmer, se mostró profundamente agradecida con el apoyo del FIDA, ya que este ha repercutido favorablemente en la economía de su familia.

“Nosotros hemos recibido bastantes beneficios del programa FIDA”, indicó Fox.

Durante esta visita al Caribe nicaragüense, las socias de la cooperativa firmaron un acuerdo con el Ministerio de Economía Familiar y con el FIDA para el establecimiento de 300 manzanas de coco, uno de los rubros más importantes para el desarrollo rural de la zona.

Nicaribe es un programa que totaliza 10 mil 580 protagonistas tantos en el Caribe Norte como en el Caribe Sur.