La visita a Nicaragua del hombre más poderoso del mundo, por encima del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y del papa Francisco, Vladimir Putin, comprobó la enorme importancia que nuestro país ha adquirido en el escenario mundial con el liderazgo sandinista del presidente Daniel Ortega y la escritora Rosario Murillo.
Ningún gobierno desde 1838, excepto el FSLN, fue capaz de convertir a Nicaragua en un centro de convergencia planetario, donde la paz y la lucha contra la pobreza se vuelven el oxígeno de los Nuevos Tiempos.
A pocos días del 19 de Julio, fue una excelente muestra de la Soberanía e Independencia alcanzada por el país y que catapulta la imagen de estadista del presidente Ortega en medio de un arco iris de relaciones internacionales.
En menos de una semana llegaron, además del equipo de HKND, desarrollador del megaproyecto interoceánico, la Directora-Gerente del Banco Mundial, Mulyani Indrawati, la Vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Jodi Bond, y para coronar la lista de primer nivel, el mandatario ruso, quien se encuentra en el Everest de las personalidades influyentes de este siglo.
Forbes, la principal publicación estadounidense que elabora los rankings de los personajes prominentes, las modelos multimillonarias, los opulentos y las “ciudades inteligentes” del planeta, considera a Putin “el hombre más poderoso del mundo”, reportó CNN. “Putin arrebató el puesto a su par estadounidense, Barack Obama. Para Forbes, Obama es un político que está en el cargo, pero que no tiene poder”.
Pues bien, de ese mismo hombre son estas palabras: “Nicaragua es un socio muy importante de Rusia en América Latina”.
El presidente Ortega dijo: “Nosotros admiramos, reconocemos y acompañamos las iniciativas que usted ha tomado en favor de la Paz, ante los conflictos mundiales, y en particular frente a los conflictos que se han venido multiplicando en su Región”.
Por supuesto, difícil es que la derecha fundamentalista reconozca el salto de calidad dado por Nicaragua con un Gobierno Sandinista. Lo que les mortifica es que la Independencia dejó de ser solo jurídica para volverse real: la República toma sus decisiones y no está a la espera de ninguna señal de las metrópolis.
Si la oposición derechista rechaza todo lo que emprende el gobierno, la Directora Gerente del BM sí elogió los esfuerzos por erradicar la pobreza, además de la transparencia en el uso de los recursos. La cartera asignada a Nicaragua es la más saludable de Centroamérica y de las mejores en el subcontinente, aseguró el organismo.
“El gobierno ha decidido fortalecer la entrega de servicios en la educación y esto es para nosotros la prioridad correcta, nosotros apoyamos con firmeza la prioridad que pone el gobierno en esta área”, exaltó la señora Indrawati, al coincidir con el presidente Ortega de que la enseñanza es vital para combatir la falta de oportunidades.
Hasta hoy, ninguna dirigencia nacional de un partido, salvo el FSLN con el comandante Daniel Ortega y la escritora Rosario Murillo, estuvo tan en sintonía con los constructores de nuestra identidad nacional: Rubén Darío, Benjamín Zeledón, Augusto C. Sandino y Carlos Fonseca.
Todos pensaron, soñaron y lucharon por una patria, y no acomodarse al papel de patio trasero designado desde el exterior.
Tampoco se puede obviar, pese a algunos desaciertos como la Ley contra la Vagancia, al general José Santos Zelaya, quien quiso darle voz a Nicaragua. Por ese “pecado” fue castigado con la “democrática” Nota Knox del presidente William Howard Taft. Este y otros hechos, alteraron y lesionaron el desarrollo de la historia nacional.
Pensamiento de patio trasero
El liderazgo se define no por encabezar unas siglas y un me-opongo mecánico y paralizante, sino por darle vida al estandarte bicolor que tan ajado se había heredado. Ver desplegada nuestra bandera, al ritmo de los cuatro vientos cardinales de la Tierra, es una bendición de Dios.
Sin embargo, esa libertad de elegir, ese libre albedrío del que por vez primera estrena la nación sin ponerle veladoras al “santo” de un polo de poder, no se puede comprender cuando las viejas cadenas de la costumbre derivan en ataduras mentales y hasta espirituales.
De esa deformación y trauma provocados por la era de la Doctrina Monroe y las Cañoneras, nace el relato conservador que por su naturaleza decadente es incompatible con el arquetipo del pensamiento nacional: Augusto C. Sandino.
Los conservadores de “patio trasero” todavía creen que si la Independencia pasa más allá de los desfiles, las bandas, cuadros gimnásticos y palillonas del 14-15 de Septiembre, es “meternos en el juego de las potencias”.
Rosario resumió este trascendental paso de República soberana cuando destacó que la reunión con el alto dignatario euroasiático, Vladimir Putin, fue de “mucho compromiso” por “un Mundo de Paz. Un Mundo que propicie Derechos a los Pueblos... Una Humanidad Dialogante. Una Humanidad que asegure el acceso a la Ciencia y a todos sus adelantos, a todos los Pueblos”.
Construir un País a partir de un Patio Trasero, y tomar decisiones propias, pensarnos a nosotros mismos y no que nos “piensen” otros, es una obra tan colosal como la misma Vía Interoceánica. En ningún momento significa una declaración de hostilidad hacia nadie, como mal dicen los devotos del pasado.
Si algún alineamiento hay, es con la paz.