El ingreso de El Salvador a Petrocaribe como miembro pleno abre muchas puertas al país en la adquisición de combustibles en condiciones ventajosas de pago, y en el ámbito económico, social, productivo y comercial.(RadioPL)
El lunes último, en el XIII Consejo Ministerial de Petrocaribe, se aprobó por unanimidad la entrada de esta nación al mecanismo.
El presidente, Salvador Sánchez Cerén, en la inauguración de esta cita, la primera de carácter internacional en la que participa tras su asunción el pasado domingo, aseguró que el acuerdo traerá muchos beneficios al país.
Para el jefe de Estado es la única alternativa viable para asegurar la fuente de energía, al tiempo que contribuirá al desarrollo de la nación.
"Con el ingreso a Petrocaribe seguiremos el combate a la pobreza y a la injusticia social con un sentido de urgencia", enfatizó el jefe de Estado en la apertura de la reunión, que se realizó en la cancillería con representantes de los países que lo integran.
Asimismo, se contará con una forma de suministro energético segura para la nación con un profundo componente social, explicó.
El gobierno salvadoreño expresó su satisfacción por la aclamación de todos los Estados miembros del mecanismo regional al aceptar la solicitud de adhesión presentada formalmente este lunes.
"En el caso de El Salvador, que no posee recursos petroleros, el ingreso a Petrocaribe representa la posibilidad de que se abastezca de recursos energéticos, bajo los principios de cooperación, solidaridad, comercio justo y complementariedad", señaló la cancillería en un comunicado.
Además, "ayudará a potenciar el desarrollo integral de la nación salvadoreña con equidad, justicia social y libre determinación, contribuyendo a mejorar la calidad de vida" de la población salvadoreña, añade.
La solicitud oficial de ingreso fue entregada por el canciller, Hugo Martínez, al presidente de Petrocaribe, Bernardo Álvarez, durante la inauguración de la cita ministerial.
El gobierno de El Salvador valora el Acuerdo de Cooperación Energética como una de las iniciativas de cooperación en ese campo más importantes que se ha desplegado en el mundo en las últimas décadas.
Petrocaribe propone una escala de financiamiento entre cinco y 50 por ciento de la factura petrolera, tomando como referencia el precio de los hidrocarburos.
Igualmente extiende el período de gracia para el financiamiento de uno a dos años y prevé una extensión del período de pago de 17 a 25 años, reduciendo el interés a uno por ciento si el precio del petróleo supera los 40 dólares por barril.
Datos brindados por Álvarez refieren que en los nueve años de funcionamiento de Petrocaribe, desde Venezuela se han suministrado 105 mil barriles de petróleo diarios a todos los países miembros que ha permitido cubrir el 43 por ciento de sus necesidades energéticas.
Además, se ha financiado una factura petrolera de hasta 15 mil millones de dólares. "De esos, casi cinco mil millones de la factura de largo plazo han sido utilizados para proyectos de inclusión social", explicó.
De acuerdo con el analista en temas económicos, César Villalona, de los mil 600 millones de dólares que se destinan cada año en El Salvador a importar combustibles, el 40 por ciento se pagará en 25 años, lo que significará un ahorro de divisas de 640 millones de dólares solo en el primer año.
El pago de una parte del combustible con alimentos significa la apertura de un mercado de venta para miles agricultores, ganaderos y microempresas industriales, a las cuales el Estado les compraría productos para enviarlos a Venezuela.
También beneficiarían pequeñas y medianas empresas de servicios, puntualizó.
La actual administración podría crear, si resultara factible, una empresa refinadora que añada valor agregado al combustible, dijo Villalona.
El país se beneficiaría de los proyectos que se desarrollarían en la zona económica especial. Sobre todo habría una gran oportunidad para avanzar en la reactivación del agro, en el desarrollo técnico y en los programas de educación y salud, aseguró.
Petrocaribe es una iniciativa del líder Hugo Chávez, fundada en una nueva visión de cooperación económica y social, basada en la solidaridad, comercio justo y complementariedad.
Está integrado por Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam y Venezuela, y ahora por El Salvador.