El economista más influyente del mundo, Nouriel Roubini, explica las recientes turbulencias de los mercados mundiales y opina que si el curso de la economía mundial no cambia, el capitalismo puede autodestruirse.

Roubini, tras participar en el Foro Económico Mundial en Davos, ha descrito en una entrevista al rotativo 'Business Insider' los acontecimientos del mercado de la semana pasada como una "pequeña tormenta perfecta". Según el economista esta se desencadenó debido a la combinación de varios factores: los débiles datos industriales de China que han teñido de rojo los índices de Wall Street (el índice chino anticipado de gerentes de compras PMI ha caído a 50), recientes turbulencias en el mercado de divisas en Argentina (el jueves el peso cayó más del 15%), el empeoramiento de la situación caótica en Ucrania y ruidos políticos que vienen de Tailandia.

La combinación de estos factores ha afectado no solo los mercados emergentes, sino también los mercados de valores de las economías avanzadas, afirmó Roubini.
La visión de Karl Marx es tan útil hoy como lo fue hace 100 años
Además, según el destacado economista, actualmente existe una capa de incertidumbre política por las elecciones parlamentarias o presidenciales en los 'cinco Frágiles' países (las economías en desarrollo más vulnerables, que en conjunto son responsables de 7% de la economía mundial): Brasil, Indonesia, la India, Turquía, Sudáfrica.

Roubini opina que en las circunstancias actuales los responsables políticos necesitan restaurar el crecimiento económico y aumentar la demanda agregada mediante el uso de políticas monetarias y fiscales adecuadas. Al mismo tiempo, el economista cree que el problema estructural actual de creación de empleo se agrava con el avance de nuevas tecnologías de fabricación. Para abordar esta cuestión, según Roubini, sería necesario cambiar la fiscalidad del trabajo contra el capital, encontrar las formas de invertir en mejores sistemas educativos, escuelas de formación profesional y reducir los impuestos sobre la nómina, como una forma de aumentar la demanda de mano de obra.

De lo contrario, aparece un círculo vicioso de poca creación de empleo y el aumento en beneficios y el PIB, lo que reduce aún más la demanda agregada. Por lo tanto, el gurú de la economía compara la situación actual con la idea marxista de que si los beneficios crecen demasiado en comparación con los salarios, el consumo no va a ser suficiente y el capitalismo va a autodestruirse. "Así que creo que la visión de Karl Marx es tan útil hoy como lo fue hace 100 años", añadió Roubini.

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