Mario Javier Firmenich, figura prominente, funcionario de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, y con una historia ligada profundamente a los movimientos políticos de su país, visitó recientemente Nicaragua, donde compartió sus impresiones y reflexiones sobre los 45 años de la Revolución Popular Sandinista en la Revista En Vivo con Alberto Mora de Canal 4.
Hijo del Comandante Montonero Mario Eduardo, cuya participación en la lucha revolucionaria de los años 70 marcó una época en Argentina, Mario Javier trae consigo no solo un legado familiar sino también una perspectiva crítica sobre los procesos históricos y políticos de América Latina.
Mario Javier se define como "un argentino que es hijo y producto de la lucha de sus padres". Esta identidad moldeada por el compromiso y la resistencia le lleva a valorar la liberación no como un logro individual, sino como un proceso colectivo y nacional.
Durante su visita a Nicaragua, con motivo del aniversario 45 de la Revolución Sandinista, Mario Javier expresó su primera impresión comparativa entre Argentina y Nicaragua: "Es como que en Argentina, en vez de haber triunfado la dictadura de Videla, hubiera triunfado Montoneros". Esta analogía le lleva a reflexionar sobre la organización política y la soberanía, destacando la resistencia frente a los dictados externos y el desarrollo económico independiente.
En cuanto al desarrollo económico, Mario Javier observa un contraste significativo entre ambos países: "Argentina en los últimos 45 años desde la dictadura, vivimos una situación de subdesarrollo económico, hemos ido para atrás, y de dignidad como pueblo". En contraparte, destaca el crecimiento económico reciente en Nicaragua como un ejemplo de progreso independiente".
-
También puedes leer: Ejército de Nicaragua celebra XIV graduación de Médicos Generales
El relato personal de Mario Javier añade una capa más profunda a su análisis. Nacido en diciembre de 1976, durante los primeros meses de la dictadura militar en Argentina, su infancia estuvo marcada por la represión y la búsqueda de identidad. "Recuperé mi identidad en Cuba", cuenta, refiriéndose al apoyo recibido durante la guerra de las Malvinas, donde se reunió con su padre y hermana, recuperando así su nombre y apellido.
"Mi madre estaba ilegalmente detenida, había estado desaparecida, luego fue pasada al poder ejecutivo nacional, dependiendo de Videla directamente, y del ejército, en ese contexto nace, como solo se podía estar seis meses, un cura que era amigo de la familia me fue a buscar y me lleva a un hogar de huérfanos para protegerme en medio de 400 niños que estaban en ese hogar, y mi madre cuando sale cinco años más tarde en libertad vigilada, va y me busca".
"Luego, en el contexto de la guerra de Malvinas, vía Brasil, podemos escapar clandestinamente de la Argentina, y ahí yo conozco a mi padre en Cuba, y conozco a mi hermana, y recupero mi identidad. Hasta esa edad no sabía como me llamaba ni que apellido tenía, yo agradezco porque yo recuperé mi identidad, pero en Argentina aún quedan cientos de niños que no han podido recuperar su identidad, que ya no son niños, y que fueron víctimas directas, inocentes, evidentemente porque un niño no tiene carga de culpabilidad, y, sin embargo, fueron y han sido criados por policías, militares, y hasta el día de la fecha no conocen su identidad. En mi caso yo agradezco a Dios tener mi identidad y estoy orgulloso de ella".
En su experiencia reciente en Nicaragua, Mario Javier elogió la participación popular y la seguridad percibida en las celebraciones del aniversario 45/19.
"La impresión que me generó Managua, en particular que hasta ahora es lo único que he conocido de Nicaragua, es mucho mayor de las expectativas que tenía a priori, me causó muy buenas impresiones... ¡Y mira que hemos recorrido barriadas!, dentro del protocolo fuimos a tres barriadas, el día previo al 19 de julio, a las vigilias, y después de haber visto los fuegos artificiales, volvió a otra barriada y me causó una impresión maravillosa el 45/ 19 en el sentido de la participación popular, porque a los cuatro lugares que fuimos había abuelos, abuelas, nietos, niños, adolescentes, madres, padres, o sea, me llamó poderosamente la atención la participación genuinamente popular, y sobre todo en las familias, siendo horarios nocturnos y no había sensación de inseguridad, ni de violencia, entonces todo lo que a uno le dicen, obviamente yo no me lo creo, pero en el imaginario colectivo fuera de Nicaragua se dice que esto es una dictadura, claramente acá no hay ninguna dictadura, uno cuando viene acá lo ve, porque en una dictadura no existe libertad, no existe desarrollo económico, y no existe expectativa de futuro mejor que el presente, y esas tres condiciones aquí en Nicaragua se ven, y me llevo una impresión bonita de lo que viví".
"Y luego el día de la celebración del 45/19, el 19 de julio, el apoyo de lo que a nosotros en Argentina le llamamos el mundo grande que representa él más de 75 por ciento de la población del planeta, estaba claramente apoyando al proceso nicaragüense, y el discurso del Comandante Ortega, me maravilló en términos de la contextualización geopolítica que está viviendo el planeta y en qué lugar correcto de la historia hay que estar y creo que Nicaragua está en el lugar correcto de la historia".
Solidaridad
El apoyo internacional hacia Nicaragua también captó su interés, especialmente la presencia de estadounidenses solidarios durante las celebraciones. "La revolución nicaragüense ha generado mucha simpatía respecto a lo que significa ser un país pequeño, con sueños grandes", comenta, subrayando la admiración global hacia un país que mantiene su independencia y desarrollo en un entorno geopolítico desafiante.
En términos geopolíticos, Mario Javier analiza el papel de Argentina y América Latina en un mundo multipolar emergente. Critica la influencia del Comando Sur de EE.UU. en su país y destaca la importancia de la unidad latinoamericana para garantizar un desarrollo autónomo frente a las presiones externas. "Tenemos que ser plenamente conscientes que la construcción del multipolar requiere de una Latinoamérica fuerte y unida", afirma, enfatizando la necesidad de alianzas con potencias emergentes como Rusia y China.
"Nosotros actualmente en Argentina estamos viviendo un proceso muy particular, Laura Richardson que es la Jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, hoy pasea por Argentina y habla con los gobernadores, y son pocos los representantes del pueblo argentino que tiene la valentía de decirle que no a la jefa del Comando Sur y eso claramente acá no hay ninguna posibilidad de que suceda. Creo que eso es altamente valorable, porque claramente los Estados Unidos necesitan nuestros recursos, pero no para desarrollarnos, sino para mantener la hegemonía de ellos, y la hegemonía de ellos depende de nuestros sometimientos como pueblo".
La visita de Mario Javier Firmenich a Nicaragua no solo refleja su profunda conexión personal y política con América Latina, sino que también ofrece una perspectiva crítica sobre los desafíos y las oportunidades que enfrentan los países de la región en su búsqueda de soberanía y desarrollo económico.