El Misterio de la Natividad del Niño Dios fue celebrado por miles de católicos quienes se congregaron en la Catedral de Managua este 24 de diciembre, para participar en la Misa del Gallo, presidida por el Arzobispo Leopoldo Brenes.
La Santa Misa que tradicionalmente se celebra en horas de la noche y recuerda la venida de Jesucristo al mundo, fue escuchada por centenares de creyentes de todas las edades, incluyendo niños.
Las campanas de la Catedral repicaron en el momento en que recordaron el nacimiento del Mesías, anunciado por Dios a través de sus profetas hace más de 2 mil años.
En el templo los fieles católicos alabaron al Dios hecho hombre con cantos de villancicos y pastorelas, acompañados de panderetas y alegres instrumentos musicales.
Al iniciar la Eucaristía, Monseñor Leopoldo Brenes aseguró que Dios vino al mundo para hacer de nuestra historia, una historia personal de salvación.
Según el Arzobispo, la Navidad es alegría, esperanza y encuentro, cuando se celebra el nacimiento del hijo único que Dios que vino a marcar la historia de la humanidad, al dividirla en un antes y un después.
“El nacimiento de Cristo el Señor es el gran Misterio de Dios escondido a través de los siglos y revelado y recibido en esa humilde mujer nuestra Madre, la Santísima Virgen María. El nacimiento de Jesús es el gran misterio de nuestra salvación, misterio de gozo, de alegría, pero también un misterio que María ha vivido en el silencio y en la contemplación”, expresó Brenes.
El Arzobispo comentó que a veces este mundo camina en tinieblas, pero también hay una gran luz que viene a iluminar las tinieblas y las sombras que pueden existir en lo más profundo de la mente y del corazón.
“Pero hoy nos ha nacido en Belén, Cristo, la luz del mundo, que viene a iluminar las mentes y los corazones de todos nosotros, hombres y mujeres, que habitamos este mundo. Él viene, se hace historia y viene también a iluminar nuestra historia. Él es salvación, es alegría, él es esperanza”, aseguró.
Recordó que el Papa Francisco, ha venido insinuando la necesidad de abrir los corazones, porque es triste que estos estén cerrados a Cristo e invitó a abrirlos de par en par, “para recibir a ese huésped maravilloso que es Cristo el Señor y que viene a nosotros y viene a iluminar las tinieblas de nuestras vidas, viene a iluminar las sombras de nuestras vidas”.
“Esta noche, noche de gozo, noche de alegría, noche de luz, Cristo es nuestra Paz, Cristo es nuestra alegría, Cristo es nuestra esperanza, Cristo es nuestra Luz”, finalizó Monseñor Brenes.