En la colonia Miguel Bonilla, vive doña Clarissa Medina, una mujer que religiosamente se levanta a las 5 de la mañana para alistar a sus hijos a clase y limpiar su vivienda. Gracias a esta última acción sus hijos crecen en un lugar seguro y libre de zancudos, debido a que no permite que exista un depósito que pueda convertirse en un criadero de este peligroso mosquito que causa el dengue, chikungunya y zika.

Doña Clarissa mantiene su hogar bien aseado, en su patio no existe ningún "calache" o "traste viejo" que pueda convertirse en criadero de zancudos y eso lo reconocen los brigadistas de salud que califican esta vivienda como un verdadero ejemplo.

"Siempre me levanto temprano a atender a mis hijos y a limpiar, me gusta mantener la casa limpia, igual la pila porque de esa manera evito los zancudos", dice doña Clarissa.

Ella asegura que los brigadistas del Ministerio de Salud, llegan a la colonia Miguel Bonilla de forma cotidiana para impulsar las jornadas antiepidémica.

"Siempre están viniendo, a mí me parece bien que entren a las casas y hagan su trabajo, las familias debemos apoyar porque eso es por nuestro bien", agregó la señora Clarissa.

En dicha vivienda los brigadistas aplicaron el abate que tiene efectividad de 60 días y brindaron recomendaciones de cómo prevenir la reproducción de zancudos.

"Aquí lavamos las pilas continuamente y los depósitos que tenemos de agua los cambiamos cada dos días para evitar las larvas", señaló.

La doctora Dilvia Flores, del Centro de Salud Roberto Herrera, recomendó a las familias, que ante cualquier síntoma de fiebre o dolor de cuerpo, deben visitar al doctor para recibir un diagnóstico médico que le permita recuperarse.

"Es muy importante la labor que realizan los muchachos de celeste, la inspección casa a casa con el objetivo de eliminar criaderos y neutralizarlos, hacemos cepillados de las pilas y aplicamos abate", dijo Flores.