La Compañera Rosario Murillo, Vicepresidenta de República, saludó este Viernes Santo a todas las familias nicaragüenses y reflexionó sobre este día especial, haciendo énfasis en nuestras raíces cristianas, nuestra condición de creyentes, de devotos, de pueblo de fe.
“Muy buenas tardes, queridas familias de esta Nicaragua bendita, esta Nicaragua de fraternidad, hermandad solidaria, nuestra Nicaragua cristiana, nuestra Nicaragua que va a delante, resguardando cómo máximo tesoro la paz y el derecho que tenemos todos a vivir con bienestar”, subrayó la Vicepresidenta.
“Esta tarde de Viernes Santos queremos saludar a todas las familias en esta Nicaragua también de todos. Saludarlos, sabemos que es un día especial, un día en el que muchos de nosotros vamos a las playas, vamos a los lugares de recreación, lugares turísticos, pero también tenemos presente nuestra cultura cristiana, nuestra condición de creyentes, de devotos, de fe”.
¡Redentor!
En este sentido, reflexionó que, “para el Viernes Santo, sabemos que el Salvador, el Redentor de la humanidad, del mundo, dio la vida por nosotros, en Viernes Santo sabemos, que según aprendimos en nuestros hogares, en nuestras familias, a las 3 de la tarde Jesucristo, el Príncipe de la Paz y el Bien, del Amor, el magnífico profeta, el revolucionario que nos inspira y nos enseña a amarnos unos a otros, expiró y nos redimió a todos, ¡Redentor!”.
Añadió que sabemos que vivimos este día con la esperanza de la resurrección, “eso es lo hermoso, esa cultura nuestra, cristiana, fraternal, familiar, de valores, solidaria, nuestra cultura. Sabemos que los Viernes Santos celebramos, conmemoramos, aunque estemos en otro momento de la vida, de este mundo, sabemos, celebrar que Cristo Jesús dio la vida por nosotros para redimirnos y que cómo creyentes que la resurrección es posible, y uno puede leer ese mensaje de vida y esperanza de muchas formas, pero sobre todo saber qué resurgir de las cenizas, renacer, volver a la vida, es posible, y a la vida buena. Y no solo es posible, sino imprescindible”.
“Celebramos la resurrección de Cristo y queremos con él y en él resucitar para vivir con amor verdadero. Para vivir con reconciliación verdadera, para vivir pregonando concordia y no sembrando discordia, para vivir resguardando lo que todos sabemos, que es indispensable para la vida, que es la paz”.
La Compañera Rosario Murillo recordó que “vivir el amor es resguardar la paz, vivir esa resurrección cada vez que nos celebramos como familia humana, es resguardar la paz, porque sabemos que en la paz está la vida, está la esperanza y están los caminos de victorias, en el Señor Jesús, que el Sol, porque es el Sol que nos ilumina y que nunca declina, no ha dejado para recorrerlos con triunfos del buen corazón en triunfos de la buena esperanza, y sabemos que siempre más allá debemos ir como hermanos, como familia, como comunidad, comunidad cristiana, comunidad humana, comunidad de vida y esperanza, esa comunidad que cantamos todos los días en nuestros corazones y todos los días, desde nuestras enseñanzas, nuestra cultura, todo lo que sabemos que somos, porque así crecimos, así aprendimos”.
Creemos en Dios
“Creemos en ese Dios Padre todopoderoso y en Jesucristo su único hijo Nuestro Señor que da la vida por nosotros y que nos enseña a ser, de ser vida y esperanza, a ser buenos hijos suyos, hijos de Dios, Jesucristo se vuelve al Padre y le dice: “Porque me has abandonado…” Yo entiendo, esa frase que muchos dicen que no se reveló, precisamente como la enseñanza del sacrificio que regenera, del sacrificio que nos hace renacer, de la vida que se entrega por los demás, en amor al prójimo. No. No. No reclama al Padre por haberle abandonado, él se voltea al Padre y le dice: cuánto nos falta aprender, y somos capaces, eso sí, de dar la vida por los demás, y esa es la principal enseñanza de estos días, amar al prójimo como a nosotros mismos y dar la vida para ser mejores, entregar la vida tratando de ser mejores cada día”.
“Este Viernes Santos nuestro abrazo fraternal, solidario, familiar y comunitario a todo nuestro pueblo, nuestra Nicaragua bendita, aquí estamos pendiente de cada paso, cada acción, cada movimiento de las familias, para asegurar la tranquilidad y el disfrute que merecemos, la tranquilidad en las reflexiones también, las familias que acuden a los templos, a las iglesias y que celebran desde lo que somos y aprendimos, nuestras creencias religiosas, la vida que debemos hacer mejor, cada día, con amor y esperanza”.
“Vamos adelante compañeros, compañeras, queridas familias nicaragüenses, en paz, dicha y bienestar. Y vamos adelante, trabajando, disfrutando y prosperando en victorias de la concordia y del amor, el amor que todo puede y el amor que todo vence”.
“Un gran abrazo, compañeros, compañeras, nuestro Comandante Daniel envía a cada uno, a cada hogar, a cada familia, en donde estemos, el mensaje del Presidente de la República, que desea, a todos y a todas, el mejor fin de semana de resurrección, de renacimiento y de vida esplendorosa como merecemos. Abrazos grandes”, finalizó la Compañera Rosario.