Los efectos secundarios de los medicamentos psiquiátricos han hecho que los especialistas comiencen a desarrollar a través de las redes cerebrales un nuevo enfoque para comprender y tratar las enfermedades mentales, así como crear nuevos fármacos que no afecten otras partes del organismo.

Este procedimiento se conoce como la neurociencia, una disciplina científica que se centra en la comprensión del cerebro como un conjunto de redes, cada una de las cuales canaliza un aspecto diferente en nuestra experiencia y conducta.

El objetivo de la neurociencia es entender mejor las emociones y el comportamiento humano mediante el estudio de las redes neuronales, y con este fin se ha empezado a invertir dinero.

Estados Unidos, por ejemplo, ya ha desembolsado tres mil millones de dólares para el desarrollo de una tecnología que ayude a identificar los circuitos del cerebro.

La revolución científica en la identificación y manipulación de los circuitos del cerebro ya está en marcha y se estima que en los próximos 10 años se alcance una revolución médica en este campo.

Hasta el momento, varios logros científicos se han podido constatar en animales, y los especialistas se muestran optimistas ante la posibilidad de que sus avances puedan conducir a tratamientos controlados con mayor precisión en seres humanos.