Escriben con sus celulares más rápido que a mano, se toman fotos a sí mismos en los ascensores y, la mayoría, vive con sus padres. Es la 'Generación yo', jóvenes que nacieron en los años 80 y 90 y que ahora marcan las tendencias que mueven el mundo.

Lo que inspiró el apodo de esta generación es su instinto narcisista. La mayoría comparte en las redes sociales más fotografías de autorretratos de las que sus padres jamás guardaron en los álbumes de papel amarilleados por el tiempo. "Eso ya no se lleva", dirían estos jóvenes mientras ponen los ojos en blanco exasperados. Y es que la 'generación yo' es 'eco-friendly' (que les suena mejor que 'respetuosos con el medioambiente'). Viven vidas digitales.

Podría parecer lo contrario, pero estos 'geeks' por naturaleza son sociables. Twitter, Facebook o Instagram son sólo algunas de las aplicaciones que les 'ayudan' a caminar, almorzar y conversar con la mirada pegada a sus teléfonos. Pero esa es sólo la manera que han encontrado para comunicarse entre ellos.

De hecho, su obsesión por compartir información es tal que se geolocalizan en todo momento. Si van al cine, 'check in' en Foursquare; si entran en la universidad, renovación de estado con ubicación y foto integradas para que los 800 amigos no pierdan detalle. Sólo en Estados Unidos, se calcula que los 80 millones de 'ego-yos' envían y reciben un promedio de 88 mensajes de texto al día.

"La cultura digital supone acceder con rapidez a otros. Para poder ser y existir en este mundo 'techie' [tecnológico], los otros deben saber de mí, y eso tiene algo de narcisista", señala al diario chileno 'El Mercurio' el sociólogo Raúl Zarzuri, director del Centro de Estudios Socioculturales de la Universidad Central de Chile.

Según algunos sociólogos, la mayoría de estos jóvenes tiende a desarrollar el síndrome de Peter Pan: creen fervientemente que para ser independiente no hace falta comportarse como un adulto.

"Consideran que para ser autónomo no es necesario ser adulto. Por lo tanto, la autonomía se puede dar en situaciones de dependencia", confirma Zarzuri.

Por ello, la mayoría de ellos vive con sus padres pero, como niños, buscando la aprobación constante de sus acciones a través de la exposición en las redes sociales.

"La personalidad no se desarrolla hasta los 18. Hay una fuerte búsqueda de la identidad y las redes sociales son la vitrina para verse uno mismo y verse en el otro", explica Andrea Aguirre, psiquiatra juvenil de la Red Salud de la Universidad Católica de Chile.

Pese a que algunas de estas características pueden mostrarlos como un grupo frágil, no es así. La 'Generación yo' es emprendedora, se considera autosuficiente y ha nacido para revelarse ante el mundo a través de su gran aliado: las nuevas tecnologías. Los 'hackers' retan a las grandes empresas; los blogueros, a la prensa escrita; los usuarios de YouTube, a los estudios cinematográficos; y los creadores de aplicaciones móviles, a sectores industriales enteros.

Es tal la importancia que han cobrado los nacidos en esta generación que la revista ‘Time’ incluso les dedicó una portada recientemente.

Este colectivo no sólo decide lo que será tendencia para sus contemporáneos, sino que también marcan los gustos de las generaciones que les preceden. "Es la generación de consumidores más poderosa que ha existido nunca", señala en un estudio de mercado Joeri Van den Bergh, cofundador de la consultoría InSites.

Y se muestran imparables, al menos a corto plazo. Según algunos expertos, la ‘Generación yo’ determinará la evolución de la sociedad y de los mercados de consumo durante las próximas tres décadas.

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