La Coalición Nacional para la Defensa de la Legitimidad en Egipto convocó nuevas movilizaciones populares para este viernes, dirigidas a rechazar, no sólo el golpe de Estado militar contra el presidente constitucional Mohamed Mursi, sino también la anunciada liberación de Hosni Mubarak, exmandatario derrocado por el pueblo en 2011, tras 30 años (1981-2011) en el poder.
A través de un comunicado, la Coalición hizo un llamado a los seguidores de Mursi a “tomar las calles pacíficamente” en el que denominaron ”Viernes de Mártires”, asegurando al Gobierno de facto y al Ejército que resistirán “hasta derrocar el golpe militar sangriento e injusto”.
Desde el pasado 3 de julio, fecha en la que se consumó el golpe militar, cientos de miles de simpatizantes de la Hermandad Musulmana, organización que respalda a Mursi, ha emprendido diariamente protestas de calle que han sido reprimidas violentamente por el Ejército, causando numerosos muertos y heridos.
De acuerdo con los partes ofrecidos por el Ministerio de Salud egipcio, durante la última semana han fallecido más de mil personas, mientras que decenas de miles han resultado heridas, producto de los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Al descontento por la detención de Mursi, de líderes de la Hermandad Musulmana, de la violencia militar y de los muertos y heridos, ahora se le suma la decisión de un tribunal nacional de ordenar la liberación de Mubarak, bajo el alegato de haber “expirado el plazo máximo para seguir en prisión preventiva”.
Mubarak fue condenado a cadena perpetua en 2012, por ser responsable de la muerte de más de 800 manifestantes durante febrero de 2011, días antes de su derrocamiento. Sin embargo, un tribunal aceptó su apelación a principios de este año y ordenó que se repitiera el juicio.
Tanto Mubarak como ministro del Interior, Habib al Adli, fueron absueltos de los cargos de corrupción y desvío de fondos públicos de los que se les acusaba, ya que, según el tribunal, los cargos ya habían prescrito, al haber ocurrido presuntamente hace 10 años.
De momento, el Gobierno de facto ordenó arresto domiciliario para Mubarak, una vez que éste abandone la cárcel de Tora, al sur de El Cairo, el mismo recinto donde altos miembros de los Hermanos Musulmanes han estado detenidos durante las últimas semanas.
Por su parte, los simpatizantes de Mursi han anunciado en diversas ocasiones que no dejarán de protestar hasta que sea restituido su presidente, el primer electo democráticamente en este país africano.
Asimismo, acusan a las autoridades de facto de querer encaminar al país hacia el mismo destino que llevaba durante la era Mubarak.
Egipto vive tensiones sociales desde el pasado 3 de julio, cuando el Ejército egipcio depuso a Mursi y nombró al presidente del Tribunal Constitucional Supremo del país, Adli Mansur, como “Mandatario interino”.