El gobierno del presidente Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo inauguraron este sábado por la tarde un nuevo proyecto de electrificación rural que beneficia a 90 habitantes de la comunidad de El Guayabal, en el municipio de Jinotepe, tras haber construido una red de 0.80 kilómetros, con una inversión de 134 mil 184 córdobas.
El proyecto que le restituyó sus derechos a los habitantes de 13 viviendas de la comunidad de El Guayabal forma parte del programa de electrificación rural que la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (ENATREL) lleva adelante por todo el país, gracias a orientaciones del comandante Daniel Ortega, destacó el directivo de la compañía estatal, Mario Esquivel.
El compañero Esquivel dijo que “son ocho ya los proyectos que hemos inaugurado en este municipio, de los 21 que están planificados a realizar en este año, los que van a beneficiar a 3,400 pobladores y para ello se hará una inversión total de 23 millones de córdobas”.
“Los compañeros de esta comunidad ya no están dependiendo del candil, ni dependen de la candela para poder ver de noche, ya su derecho a la luz eléctrica está asegurado e incluso en la comunidad ya están pensando poner sus negocios”, manifestó el ingeniero Esquivel.
Pobladores salieron de la oscurana
Andrea del Carmen Palacios García habitante de la comunidad dijo “nos sentimos alegres de que haya llegado la luz porque aquí todo era oscurana, vivíamos antes peligrando con veladoras y candil, ahora gracias a Dios y al presidente Daniel tenemos luz, los muchachos pueden estudiar de noche, podemos también hacer la cena de noche, ver televisión y planchar la ropa sin calentarnos tanto las manos”.
Entre tanto, Rosa Elena Navarrete, explicó “antes no había luz eléctrica y ahora que la tenemos nos sentimos alegres porque ya no tenemos que correr a comprar la candela, no se corre peligro de pisar una culebra”.
Por su lado Natali Ureña Rodríguez manifestó que ellos “antes tenían luz pero llegaba muy bajita, no levantaba el televisión y casi no calentaba la plancha, hay cosas que no podíamos hacer, pero gracias a Dios ahora sí porque es un beneficio que toditos los seres humanos tenemos que tener, no solo la gente que vive en repartos residenciales”.