Con la misma ligereza de las hojas arrastradas por los vientos de cualquier doctrina, a unas teólogas lo mismo le da por inventar un supuesto culto al finado comandante Hugo Chávez, a partir de dos o tres expresiones de gratitud a su memoria, que “corregir” la Biblia, “actualizar” a Dios porque lo sienten “anticuado”, y llegan hasta “enseñarle” a Jesús en qué consiste el oficio de ser Mesías.

Un periodista de El País, en abril del año pasado, le preguntaba al teólogo Andrés Torres Queiruga: “Usted rechaza ´los milagros e incluso la resurrección de Jesucristo como milagro susceptible de pruebas empíricas´. ¿Su pensamiento continúa dentro del cristianismo?

“Sin duda. Como yo piensan hoy la mayoría de los teólogos actualizados. La crítica bíblica demuestra que de los llamados milagros de los evangelios apenas quedan algunas curaciones”.

Debemos estar claro que sí, efectivamente, hay una tendencia de teólogo/as “actualizada/os”, y en Nicaragua hemos visto de lo que son capaces de hacer. De hecho, no se sabe a ciencia cierta en qué creen, por qué lo creen así--- algún Armagedón debieron haber pasado para llegar a esos extremos --- y de dónde les viene ese deseo nada oculto de que abandonemos a los patriarcas bíblicos para sustituirlos por matriarcas anti bíblicas.

Como no es nada personal, contrario a la manera en que se han expresado sin poder controlar su malquerencia hacia el liderazgo del Frente Sandinista, preferimos omitir sus nombres, pero no su “te-o-lo-gí-a”.

Las damas “iluminadas” intentan ubicarse por encima del bien y del mal y asumen su papel a lo James Bond, con licencia para liquidar el credo de cualquiera. Lo que ellas hablan debe ser asumido como la última “revelación”.

Son estas damas precisamente las que sin basamento alguno critican agriamente los programas sociales del Gobierno Sandinista, frutos del énfasis Cristiano del modelo Socialista y Solidario. En cinco palabras, dicen que hay una “manipulación de los símbolos religiosos”.

Lo que se ve es una incongruencia en este “cuestionamiento”. Primero, porque si hablan de “manipulación”, no serían estas matriarcas las más idóneas para cuestionar la sinceridad de quienes movidos por su fe cristiana quieren que la bendición de Dios llamada Nicaragua, sea para todos los nicaragüenses, en especial para aquellos herederos de la exclusión colonial.

Hay una gran cantidad de nicaragüenses que reconocemos que Jesús es el único que Salva, Sana, Libera y Transforma. No se ha escuchado ni hay documentos donde el Frente Sandinista o algunos de sus líderes hayan demostrado una posición contraria, es decir anticristiana. Todo lo contrario, quienes han abanderado una expresión opuesta a las verdades cardinales de la Biblia, son precisamente quienes se adscriben a teologías de fuego extraño.

Es decir, las expertas pretenden criticar desde su dios pequeño, hecho a la medida de la “teología actualizada”, a quienes en realidad creen al verdadero Dios de las Naciones, el Creador. Si ni los mares ni los montes, ni el Universo en expansión pueden contenerlo, ¿cómo creen estas damas que nuestro verdadero Dios va a alcanzar en su teología de bolsillo?

Erasmo de Rotterdam y los teólogos

Hablar sobre el tema no es algo fácil, sabiendo lo que son ciertos teólogos. Erasmo de Rotterdam, a través del personaje de la Locura, nos define y nos alerta: “Tenemos ahora a los teólogos, de los que casi sería preferible no hablar… temo, como es gente muy iracunda, lancen sobre mí una lluvia de conclusiones que me obliguen a retractarme, o, de no acceder a esto, me tachen de hereje, como suelen hacer quienes no se les someten fácilmente.

“De todos modos diré que son los más ingratos entre mis protegidos, pese a deberme inmensos beneficios, pues, gracias al amor propio que poseen, puede decirse que habitan en el quinto cielo, desde donde, cuando se dignan tender su vista sobre los hombres, los consideran como un montón de gusanos que se arrastran pesadamente por la tierra. Encastillados en sus definiciones, en sus corolarios, en sus conclusiones, en sus posiciones explícitas e implícitas y provistas abundantemente de subterfugios, ni las mismas redes de Vulcano serían capaces de atraparlos… Cuentan con una gran facilidad para explicar los más profundos misterios, tales como: la creación del mundo; cómo fue transmitida la mancha del pecado original a los descendientes de Adán... (1)

La hoguera mediática

Un teólogo no puede andar viendo cultos por doquier, mucho menos en la rotonda “Hugo Chávez” o hablar de manipulación religiosa solo porque las autoridades de la nación hacen profesión de su fe cristiana o como la mayoría del pueblo nicaragüense, agradecen a Dios por un día más sobre esta Tierra, pero con resultados tangibles.

Escuchar esas forzadas interpretaciones por una obra de ornato municipal en Managua es como si Walt Disney disertara sobre teología. Las damas sí manipulan, en este caso el agradecimiento oficial a una personalidad que contribuyó mucho con Nicaragua. Bien se ve que no hay culto a nadie. Hay que recordarles a las teólogas que no se cumple ninguna de las premisas de la adoración enunciadas por los Padres de la Iglesia Católica. No hay idolatría.

Santo Tomás de Aquino afirma que “la latría se debe solo a Dios, a ninguna criatura es debida”. ¿Quién ha visto a alguien persignarse o hincarse cuando pasa cerca de la rotonda citada? La siguiente categoría es la dulía, dispensada a los santos. Es la veneración: “por su probada heroicidad en el ejercicio de las virtudes cristianas, la Iglesia nos los pone como ejemplo a seguir subiéndolos a los altares”. (2) Si alguien ve un “altar” en la rotonda, ya no sería asunto de tratarlo con teología, sino con psiquiatría.

En cuanto a la madre de Jesús, María, en la Suma Teológica se aclara que a ella “no se le debe adoración de latría, sino solo veneración de dulía; más eminentemente sin embargo que a las demás criaturas; en cuanto ella es Madre de Dios: y por esto se dice que se la debe, no un culto de dulía cualquiera, sino de hiperdulía”. (3) Nada de esto, por supuesto, ha ocurrido ni por sombra en el homenaje al comandante Chávez. Entonces, ¿por qué la insistencia de las teólogas sobre la imaginaria “manipulación religiosa”? ¿Realmente sirven al Altísimo o al Bajísimo?

“Revisando” a Dios

Una de las teólogas decía hace algún tiempo, convencidísima, que después de la muerte extrema de Jesús en la cruz del Calvario, el resto es “poesía mística”. Que su pretendida aparición, pasando a través de las paredes, debe tomarse como el resumen simbólico de sus prédicas: “Jesús eliminó las barreras”.

“¿Qué me cambia la vida a mí si pasó físicamente las paredes?”, estalló en su incredulidad , poniendo en duda lo que el Espíritu Santo se ha encargado de mantener tan fresco en el corazón de nuestra generación tal como lo vivieron aquellas galileas --- primeras testigos presenciales--- y después los apóstoles: la Resurrección, cuando la Vida venció a la Muerte, la Luz a las tinieblas y la Verdad a la mentira. De hecho, es una negación a la parte esencial de la Biblia. El apóstol Pablo expone: “Y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también vuestra fe”. (4)

Jesús “tampoco” produjo el milagro de la multiplicación de los peces y los panes. Si el Hijo de Dios se “creyó” que realmente había ejecutado tan portentosa maravilla, para eso están las expertas dispuestas a enseñarle su trabajo. La teóloga “explica”: lo que ocurrió es que entre los 5 mil hombres congregados en el monte se sacaron de sus alforjas el bollo de pan o los pescados que llevaban, para compartirlo. De nuevo desmiente a la Palabra de Dios: nunca aconteció un hecho sobrenatural.

¿El centurión era “gay”?

En esta demolición de las verdades bíblicas, la teóloga asegura que el centurión que le pidió a Jesús la sanación de su siervo, no es lo que San Mateo (40:8:5) nos ha descrito: no, dos mil años después la dama aparta al evangelista y nos da este “evangelio revisado”: dice que el jefe militar era un gay y el criado su “amante”. Los oficiales romanos siempre viajaba con “un mancebo…”, arguye la teóloga. Es decir, el mundo cristiano estaba “equivocado” sobre este otro pasaje bíblico.

Una de las teólogas que compareció en un canal de televisión ni siquiera está de acuerdo con la institución de la Cena del Señor, ordenada por el mismo Jesús.

Hugo de San Víctor considera que tres eran los sacramentos de la antigua ley: las oblaciones, el diezmo y los sacrificios. Santo Tomás de Aquino afirma que el sacrificio de la Iglesia es un solo sacramento, que se llama Eucaristía. (5)

Para la teóloga, en consonancia con toda la banalización que hace de los textos sagrados -------que los cristocéntricos respetamos y creemos---, la Eucaristía tan sagrada para el catolicismo solo es “un pedazo de pan” que un hombre alza, pronunciando unas “palabras mágicas”. ¡Ni el más ateo del planeta se atrevería a dar estas voces!

Si así hablan de Cristo, ¿qué no dirán del presidente Daniel Ortega y de la escritora Rosario Murillo por impulsar el Modelo Cristiano, Socialista y Solidario?

Mientras el otrora marginado que solo existía en forma de número frío en las estadísticas, asaltado, despojado y medio muerto por el sistema egoísta del pasado, ahora vive, ahora sus derechos le son restituidos, ahora empieza a saber lo que es ser prójimo, qué importa que las teólogas y los levitas auxiliares pasen de largo, si los buenos samaritanos ya saben qué hacer…

Bibliografía

1) Elogio de la Locura. Editorial Nueva Nicaragua. 1984

2) CURSO DE LITURGIA. Capítulo 40. Pedro Sergio Antonio Donoso Brant.

3) Cuestión XXV. Adoración de Cristo. Artículo V. Suma Teológica, Santo Tomás de Aquino. Tomo IV.

4) 1 Corintios 15:14. La Biblia de Las Américas.

5) Cuestión LXV. Del número de los sacramentos. Op. cit.

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