De forma muy amena, acompañada de fuegos pirotécnicos, los famosos toros encohetados, el baile de la gigantona y por supuesto con el andar de la población mariana de casa en casa por las calles de la ciudad, la noche de este 14 de agosto los leoneses celebraron a la Asunción de María en la ya característica Gritería Chiquita.
Luego de una solemne misa oficiada por el Obispo de la Diócesis de León, Monseñor César Bosco Vivas Róbelo y el grito de ¿Quien causa tanta Alegría?, en punto de las seis de la tarde, los leoneses y fieles devotos de otros municipios del país, se desbordaron en las calles para cantarle a María y conmemorar de esa manera la promesa de hace 66 años, pero también para hacer sus propias peticiones en salud, prosperidad y paz.
“Gritería que es un acto de fe y una acción de gracia por el patrocinio y la protección de la Virgen a nuestra ciudad de León y a Nicaragua. Yo quisiera recordar brevemente que el misterio de la Asunción que estamos celebrando se refiere a que la Virgen María después de haber vivido en este mundo y haber muerto de amor a Dios, fue resucitada por su hijo y llevada con él en cuerpo y alma al cielo por lo tanto, la razón por lo que la virgen esta con Cristo en el cielo es porque Cristo no ha querido estar sin su madre”, manifestó Monseñor Vivas Robelo.
Esta festividad que se desarrolla en vísperas de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, cumplió 66 años desde que fuera instaurada el 14 de agosto de 1947 por el Obispo Monseñor Isidro Augusto Oviedo y Reyes, como una celebración de penitencia por milagro de la Virgen María bajo la advocación de Asunción de María al cesar la furia del Volcán Cerro Negro desatada el 14 de Julio de 1947.
Por su parte Monseñor Bismarck Acevedo instó al pueblo mariano a vivir la celebración de la Gritería Chiquita con verdadera fe, paz y unidad entre todos los nicaragüenses, porque la misma festividad a la Asunción de María es una manifestación de amor y fe al Señor en su Santísima Madre.
En esta Gritería, tan característica de los leoneses en pago de una promesa a la Virgen María, no podían faltar los tradicionales dulces, gofios, ayote en miel, artesanías, alimentos tales como arroz, azúcar, pinol y chicha de maíz, pero también fue notorio como algunas familias tradicionalistas de celebración de fe y devoción aun conservan la tradición de entregar al pueblo mariano estampas e imágenes de la Virgen como parte de la gorra.
“Llevo 23 años celebrando la Gritería desde que me heredaron la Virgen en vida, y desde entonces no he dejado de celebrarla un solo año y como el 14 de agosto es de penitencia acostumbramos a hacerla sencilla y siempre doy estampitas y trato de dar otras cositas alusivas a la Virgen”, dijo Benita Esquivel, habitante de la comunidad indígena de Sutiava.
A la Gritería Chiquita también se suman las instituciones de Gobierno, que de forma ordena se colocan en la Calle Rubén Darío (Calle Real), en las cercanías de la Catedral, para festejar junto al pueblo mariano.
“Nosotros como instituciones siempre estamos apoyando estas tradiciones. Nos sentimos orgullosos de ser parte de esta tradición, de este gran gozo mariano y como instituciones religiosas y cristianas como nos ha mandado nuestro presidente a ser forjadores y seguir nuestras costumbres, es por eso que hoy estamos celebrando todas las instituciones unidas a esta gran actividad en León”, expresó Francis Carrión, delegada de la Intendencia de la Propiedad.
Población pide salud y más prosperidad
La población mariana que año con año se toma las calles de la ciudad de León para conmemorar un año más de la Gritería Chiquita, este año participaron pidiéndole a la Asunción de María les obsequiara salud, bienestar y mucho más prosperidad.
“Nos sentimos muy alegres, siempre celebrando a la Virgen Asunción de María con gozo, con devoción y en orden porque al Señor le agrada todo lo que hacemos con orden y yo vengo desde Catarina a visitar a la Virgen y a pedirle por mi salud, la de mi familia”, comentó Zulma Medina.
Rosa Vásquez exteriorizó que se debe vivir la Gritería Chiquita con fervor y fe, pero sobre todo pedirle a la Virgen María que interceda por nosotros para librarnos de enfermedades, que siga reinando la paz en el país y que tengamos mucha más prosperidad.