Los medios hegemónicos, organismos internacionales y gobiernos satélites al servicio del gobierno de Estados Unidos mienten sobre la realidad del Pueblo nicaragüense. Su principal objetivo es boicotear el proceso electoral que se llevará a cabo en noviembre próximo.

El gobierno de Estados Unidos y sus látigos de dominación afirman que en Nicaragua se viola la libertad, la democracia y los derechos humanos. Lógicamente, para el gobierno de Estados Unidos, libertad es permitir que sus medios de comunicación desinformen al Pueblo con mentiras (esto no es libertad, es libertinaje y agresión); democracia, para EEUU, es colocar en el gobierno a políticos que defiendan sus intereses imperiales y derechos humanos, para el imperio, es permitir que políticos delincuentes con antecedentes terroristas estén libres después de haber atentado contra la Paz, contra la vida del Pueblo.

Pero, yo pregunto de verdad ¿Qué es la libertad? ¿Qué es la democracia? ¿Qué son los derechos humanos?

A lo largo de la historia, el Pueblo de Nicaragua ha luchado por su libertad. El 19 de julio de 1979 con sangre y fuego nos liberamos de una dictadura impuesta que solo dejó miseria y dolor. Durante más de 40 años sufrimos la opresión del somocismo.

Pero esto no fue suficiente, para lograr una libertad plena era necesario que nuestro Pueblo construyera la Paz y garantizara una nación segura. En la década de 1980, la libertad nos la quitaron mediante una guerra de agresión. En la década de 1990 nos arrebataron la libertad de seguir un proceso transformador revolucionario. En el año 2018, durante 3 meses nos quitaron la libertad mediante un intento de golpe de estado. En todas estas facetas, retomamos la senda libertaria a fuerza de sacrificio de pueblo.

El pueblo sacrificado creó una Policía Nacional y un Ejército con valores revolucionarios, en donde prevalece principalmente la vida humana. No habría libertad segura, no habría derecho seguro, no habría esperanza alguna, si no se garantiza la fuerza armada del pueblo. El pueblo de Nicaragua, la comunidad y organismos internacionales siempre han puesto en alto el rol de las fuerzas de seguridad en el combate del narcotráfico internacional y el crimen organizado. Esto garantiza la Paz y la Seguridad del Pueblo, principios fundamentales para el desarrollo de una nación.

Para hablar de democracia, es necesario no referirse al concepto y la práctica dominante en el mundo “occidental”, concepción que defiende el gobierno de Estados Unidos. Esa es una democracia sin pueblo, donde se seleccionan candidatos, todos millonarios o ricos, para disputarse los puestos de elección. Se realizan elecciones y en esto consiste su democracia. No relacionan la democracia con la restitución de derechos, tal como lo hacemos en Nicaragua.

En este sentido, cuando hablo de democracia me refiero a gobernar con el pueblo y para el pueblo, en escuchar su opinión sobre los temas políticos y económicos más importantes, en la restitución de derechos.

Si bien es imposible enumerar todos los ingredientes de la democracia nicaragüense en este espacio, solo enumeraré dos ejemplos: (1) la revolución cultural y educacional iniciada con la misma guerra de liberación revolucionaria y continuada con la Campaña Nacional de Alfabetización, que erradicó el analfabetismo mediante una ejemplar y masiva participación del pueblo; (2) otro vibrante ejemplo de democracia participativa y protagónica es el nivel organizativo que tiene el Frente Sandinista de Liberación Nacional en donde su principal pilar es una Juventud que está dispuesta a sacrificar su vida para garantizar la continuidad de este proceso Revolucionario.

Por último, para abordar el tema de derechos humanos es preciso destacar que la Revolución Sandinista realiza una tarea ennoblecedora del hombre y la mujer, dignificadora del hombre y la mujer y sus mejores valores. Es precisamente la Revolución que busca una sociedad justa, un modo de vida superior, una sociedad más elevada, la que pone en sus niveles más altos los valores patrióticos y los valores humanos. El derecho de cada persona a adquirir y construir cultura, a una escuela, a trabajar, a vivir. El derecho humano a la verdadera felicidad.

El gobierno de Estados Unidos enarbola la consigna de los falsos derechos humanos. Nosotros que hemos luchado por el bienestar material (bienestar) y espiritual (bienSER) de toda persona, sus derechos económicos, sociales y políticos, la razón de ser de nuestras vidas; que luchamos por la supresión de toda forma de explotación de una persona por otra. Estaremos siempre, por supuesto, en favor de reales y verdaderos derechos humanos.

Afuera, los yanquis pueden decir lo que quieran, pero en Nicaragua, la realidad es otra. En libertad, democracia y con un sinnúmero de derechos humanos restituidos, el Pueblo de forma consciente participará el próximo 7 de noviembre en un proceso electoral que garantizará la continuidad de un proyecto de nación.

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