CORRIDOS Y POEMAS
DEL
EJÉRCITO DEFENSOR
DE LA
SOBERANÍA NACIONAL
DE NICARAGUA
Presentación y Recopilaciones
de
Jorge Eduardo Arellano
Managua
IMPRENTA NACIONAL
1980
CONTENIDO
NOTA EXPLICATIVA
CORRIDOS:
- Himno del Ejército
- A las seis de la mañana
- A cantarles voy, señores
- Somos los libertadores
- Moncada tiene vendida
- Nicaragua a principios de febrero
- Pongan cuidado, señores
- Tenemos armas potentes
- Una tarde vi a Sandino
- Compañeros, patriotas, hermanos
POEMAS:
- Morir es mejor (Por Augusto César Sandino)
- En un barco acorazado (Por Pedro Cabrera)
- Dice el sabio Salomón (Por Pedro Cabrera)
- Amanecer (Por Pedro Cabrera)
- Recuerdo de Pancho Montenegro (Por J.D.P.)
- Traigan mecate por miles (Por Miguel Ángel Ortez)
- La Patrona de Las Segovias (Por Miguel Ángel Ortez)
- Esperanza ferviente (Por Francisco Estrada)
- A Elenita Rosales Tiffer (Por Narciso Sotomayor)
- Hoy veintiuno de febrero (Por Ismael Peralta)
APENDICE:
- Cuadro (Por Alfonso Alexander)
NOTA EXPLICATIVA
Muchos de los soldados de Sandino eran poetas. No sólo peleaban. También escribían versos amorosos, como el Gral. Francisco Estrada y Narciso Sotomayor. O recordaban las hazañas de sus compañeros, como J.D.P. y el asesinato de su guía y jefe, como el Gral. Ismael Peralta.
Otros, como Pedro Cabrera (“Cabrerita”) escribían la letra de los corridos que se cantaban en todos los campamentos con música original de Tranquilino Jarquín o adaptada de “La Casita” o “La Adelita” mexicanas.
Y también había poetas de otros países latinoamericanos, como el colombiano Alfonso Alexander, conocido luego por su novela Sandino (1937).
Hasta el mismo Gral. Sandino publicó en Honduras un poema titulado “Morir es mejor” que, aunque fechado antes de luchar contra los marinos norteamericanos, contiene ya su idea de patria libre o morir.
Este último poema se ha publicado muchas veces, pero los veintiún textos que presentamos esta vez, no han sido muy divulgados.
Y precisamente esos hombres libres son los autores de estos poemas vividos y redactados en plena guerra con el fin de expresar la moral y la alegría combativa del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua. Nacidos de la propia cultura popular del mismo Ejército, están imbuidos del patriotismo que encendía en sus hombres el General Sandino.
Jorge Eduardo Arellano
Febrero 1980
CORRIDOS
HIMNO DEL EJÉRCITO
Aquí están los defensores
que con plomo y no con flores
luchamos por libertar
a nuestra patria adorada
que traidores sin conciencia
la vendieron por un real.
Nuestra patria es la Sultana
linda centroamericana
de los lagos y el pinar,
donde los nicaragüenses
que entendemos el honor
por nuestra Patria querida
estamos dando la vida
contra el yanque y el traidor…
Aquí están los guerrilleros
terror de filibusteros
que nos quieren humillar;
aquí están los indios fieros,
Nicaragua, Nicaragua
que te van a libertar,
porque ha sido tu destino
que Augusto César Sandino
nos lleve por el camino
donde vamos a triunfar.
Fecha de composición: 1927.
Fuente : José Román, “Maldito país”, en Alero,
Núm. 17, marzo-abril, 1976, p.70.
A LAS SEIS DE LA MAÑANA
A las seis de la mañana
es que vamos a pelear
y si acaso yo muero en combate
pues Blanquita no vayas a llorar.
A las cinco de la mañana
se oye el ruido del avión.
Ya todititos se armaron
con el rifle del bocón.
A la una de la mañana
triste toca el clarín.
El pesar que nosotros llevamos
es la muerte de Rufus Marín.
El famoso de Sandino
era ya un gran general,
pues ya se había tomado
las trincheras de Ocotal.
A las seis de la mañana,
ya regados por los llanos,
los lamentos de los heridos
¡ay no me hagás más penar!
A la una de la mañana
triste toca el clarín.
El pesar que nosotros llevamos
es la muerte de Rufus Marín.
“Ahora si triunfaremos”
es la voz del general.
Y que viva mi Sandino,
mi país nacional.
Fuente : Soñadores de Saraguasga.
A CANTARLES VOY, SEÑORES
A cantarles voy, señores,
un verso de actualidad
haciéndoles los honores
a un valiente general.
Que se derramen las copas,
apuremos más el vino,
y brindemos porque viva
ese valiente Sandino.
Sandino se ha defendido
con un puñado de gente,
y dicen que él morirá
pero que nunca se vende.
Sacasa dijo a Sandino:
“Yo me voy a retirar;
a los Estados Unidos
no les vamos ganar”.
Dijo Sandino una vez,
apretándose las manos:
“A diez centavos les vendo
cabezas de americanos”.
¡Viva la patria, señores!
¡Vivan todos los valientes
que han derramado su sangre
por hacerse independientes!
Viva el patriota, señores,
que lucha siempre gozoso;
con orgullo se ha enfrentado
contra el gringo ambicioso.
Fecha de composición: desconocida, pero antes de 1929.
Fuente: Ramón de Belausteguigoitia : Con Sandino en Nicaragua (1934), p.164.
Recolector: Idem, 2 principios de 1933.
SOMOS LOS LIBERTADORES
Somos los libertadores
que con sangre y no con flores
venimos a conquistar
la segunda independencia
que traidores sin conciencia
han querido profanar.
En la selva y la montaña
por la fuerza o por la maña
nos daremos libertad
y al yanke sacaremos
o si no lo colgaremos
de un alto guayacán.
En el cerrote Malacate
ya les dimos su penqueada
a los perros de Moncada
y a los yankees de por ahí.
Y si vuelven a dentrar
onde están los segovianos
nos saldremos a los llanos
a volverlos a penquear.
Tenemos armas potentes
para seguir el destino
que Agusto César Sandino
nos enseñó a defender.
Debemos de proceder
como soldados valientes
¡preferir mejor la muerte
y no dejarnos vencer!
Fecha de composición: desconocida, pero antes de 1929.
Recolector: Ildo Sol, quien se la oyó a Andrés Artola, soldado de Sandino, cuando fue avanzado en Estelí, en 1930.
MONCADA TIENE VENDIDA
Moncada tiene vendida
nuestra patria Nicaragua
que en la ciudad de Managua
él se pone a pregonar
que tenía que entregar
a todos los segovianos
que con “machos” y aeroplanos
ha tratado de humillar.
El plazo ya está vencido
y no ha podido desarmar
a unos cuatro segovianos
que se han llegado “apuntar”.
Hemos logrado matar moncadistas por partida
y nosotros siempre estamos
encantados de la vida.
Todos los planes “pautados”
se los rompimos toditos;
les chalequiamos a traguitos
y eso no parece nada.
Al desgraciado de Moncada
no le valen panzonadas,
lo que puede pasar
es que lo vamos a chalequiar.
En el cerro del Malacate
les dimos una penqueada
a los guardias de Moncada,
¡cómo deben de operar!
Que si vuelven a dentrar
a donde están los segovianos
nos saldremos a los llanos
y los vamos a desafiar.
Fecha de composición: desconocida, pero antes de 1929.
Fuente: Ernesto Mejía Sánchez. Romance y corridos nicaragüenses (1946).
Recolector: J. Norberto Mejía de Aureliano González, Palo Prieto, Río Coco,
Jinotega, en 1944.
NICARAGUA
A PRINCIPIOS DE FEBRERO
Nicaragua a principios de febrero
mandó Culiche dos mil americanos,
dos mil soldados, trescientos aeroplanos
que a Chinandega vinieron a incendiar.
Aquí pasaron humildes y diciendo
que intereses venían a cuidar;
en Tipitapa hallaron a Moncada
y como a un niño lograron desarmar.
Qué pensarán estos americanos
que nuestras tierras se piensan robar
no se dan cuenta que están en Nicaragua
y que las tropas también saben pelear.
Dijo un día el General Sandino:
“toda mi vida la tengo que pasar
combatiendo estos gringos insolentes
que a Nicaragua vinieron a matar”.
Que viva Pedrón Altamirano
que no se cansa ni deja de pelear,
en nuestras manos caen los vende-patria
en una tumba irán a descansar.
Yo me despido cantando este corrido
con sentimiento y ganas de llorar
recordando que nunca fui vencido
peleando junto a mi General.
Fecha de composición: 1928.
Fuente: Pedro Joaquín Vado Madrigal, de León.
PONGAN CUIDADO, SEÑORES
Pongan cuidado, señores,
lo que les vengo a contar,
haciéndoles los honores
a un valiente general.
Que se derrame en la copa
una botella de vino
y luchemos porque viva
ese valiente Sandino.
Dijo Sandino a Sacasa:
“andá vete para tu casa,
que si vos les tenés miedo,
para mí son calabaza”.
Dijo Sandino a Sacasa
apretándose la mano:
“a diez centavos les vendo
cabeza de americano”.
Que se derrame en la copa
una botella de vino
y luchemos porque viva
ese valiente Sandino.
Dijo Sacasa a Sandino:
“yo me voy a retirar,
a los Estados Unidos
no le vamos a ganar”.
Dijo Sandino a Sacasa
con muchísima atención:
“que si ellos tienen cañones
yo también tengo calzones”.
Dijo Sandino a Sacasa:
“yo no soy general colado,
yo no soy vende patria
como la vendió Moncada”.
Que se derrame en la copa
una botella de vino
y luchemos porque viva
ese valiente Sandino.
Fuente : Wilmor López (1978)
TENEMOS ARMAS POTENTES
Tenemos armas potentes
para seguir el destino
que Augusto César Sandino
nos enseñó a defender.
Y debemos proceder
como soldados valientes,
mejor recibir la muerte
que dejarnos humillar.
Por los aires, tierra y agua
con orgullo ha defendido
el bravo General Sandino
a su patria Nicaragua.
Y cantado este corrido
hemos pasado un buen rato;
En Nicaragua, señores,
le pega el ratón al gato.
Fecha de composición: desconocida, pero antes de 1929.
Fuente: Ramón de Belausteguigotia: Con Sandino en Nicaragua (1934, p. 166)
Recolector: Idem; a principios de 1933.
UNA TARDE VI A SANDINO
Una tarde vi a Sandino
apretándose las manos:
“a diez centavos les vendo
cabeza de americano”.
Una tarde salió un marino
a vender los pantalones,
respondieron los muchachos:
“yo también tengo calzones”.
Los muchachos de Sandino
son como la maravilla,
no se parecen a los machos
que ignoran lo que es criadilla.
Los muchachos de Sandino
son como la maravilla:
apenas les mientan yanques
como que les hacen cosquilla.
Allá viene un avión
con sus alas de cartón,
viene a llevarse a los machos
que no aguantan a Pedrón.
Qué se hicieron los aviones
que quemaron Yucapuca,
dónde irían a meterse
esos hijos de la puta.
Fecha de composición: 1928
Fuente: Yelba de Montes, quien lo escuchó de niña en el Valle de Cucalá.
Recolector: Yelbita Montes.
COMPAÑEROS, PATRIOTAS, HERMANOS
¡Compañeros, patriotas, hermanos!
No desmayen jamás en su valor,
Que si morimos en defensa de nuestra patria
Quedará en la Historia que hemos muerto con honor.
Todo aquel que sienta por su patria.
Que venga estas filas a engrosar.
Porque mañana más tarde no les pese.
Que los yankes vengan y nos vayan a pisotear.
Nuestro jefe Sandino se ha interpuesto
Por querernos venir a libertar;
Pero a mucho “vende Patria” se ha enfrentado
Por querernos venir a desarmar.
Fecha de composición: desconocida.
Fuente: Ramón de Belausteguigoitia: Con Sandino en Nicaragua (1934, p.165)
Recolector: Idem, a principios de 1933.
POEMAS
1
MORIR ES MEJOR
Por Augusto César Sandino
Leoneses, vuestros pechos
inflamados de fuego deben estar.
Leoneses, recordad siempre a estos héroes
de la fecunda tierra del pinar.
Leoneses, no olvidéis los nombres
de Sacasa, de Argüello y Parajón;
si siempre los amáis
seguidlos de idea y corazón.
Reclamad con estoicismo
honor y libertad:
que la Patria no quiere
sufrir más orfandad.
Con denuedo luchad, ¡oh leoneses!
en pro del honor:
esclavos no quiere la Patria;
morir es mejor.
1927
Fuente: Augusto César Sandino: Escritos literarios y documentos desconocidos. Introducción, recopilación y notas de Jorge Eduardo Arellano. Managua, Ministerio de Cultura, 1980, p.13.
2
EN UN BARCO ACORAZADO
Por Pedro Cabrera
En un barco acorazado
dicen que Hoover vendrá
a revisar el ganado
que su marca llevará.
Pero Sandino le dice
apretándose las manos:
“A diez centavos le vendo
cabezas de americanos”.
Fecha de composición: 1928.
Fuente : José Román: “Maldito país”, en Alero, Número 17, marzo-abril. 1976, p.69.
Recolector : Idem.
3
DICE EL SABIO SALOMÓN
Por Pedro Cabrera
Dice el sabio Salomón,
que viste de filigrana:
cogé bordón y macana
y serás buen garrobero,
pero tu mejor oficio
es servir de corralero,
que aunque te cargue el ternero
comés buena mantequilla...
Fuente: José Román, Maldito país.
Managua, Ediciones El Pez y la Serpiente, 1979, p. 42.
4
AMANECER
Por Pedro Cabrera
Revienta la mañanita
en las lomas segovianas
y todo canta y tirita
y me tiemblan las entrañas.
Entre neblinas espesas,
como en boca que bosteza
el sol a enseñar empieza
su gran lengua ensangrentada
y en toda la serranía
canta el pinar con pereza
su salvaje algarabía
y de la roca empinada,
que es riñón de la montaña,
se desbarranca un arroyo
con su sonrisa de plata.
Ruge un tigre en el boscaje,
se asusta la cocinera
y aprestando la escopeta
rómpele el lomo a la fiera
que brama, ruge y se muere
y sobre el paisaje andino
retumba mi grito salvaje:
¡Que viva el General Sandino!
Fuente : José Ramón, Maldito país. 1979.
5
RECUERDO DE PANCHO MONTENEGRO
Por J.D.P.
Pancho Montenegro,
qué bello fue tu destino:
morir frente a la trinchera
y de cara al enemigo.
Atacando a Kisalaya,
con indomable fiereza
iba el valiente cachorro
de todos a la cabeza.
Avanzar, avanzar siempre
tal fue la orden que dió
y siguiendo tras su huella
ninguno retrocedió.
Pancho Montenegro,
qué bello fue tu destino:
morir frente a la trinchera
y de cara al enemigo.
El ambiente se encrespaba
de la asesina metralla,
el cielo se iluminaba
al fulgor de la batalla.
¡Mueran todos los bandidos!
¡Qué muera el yanqui invasor!
tal gritaba Montenegro
de la batalla al fragor.
A las dos horas de lucha
la metralla le abatió
de un balazo en la frente
tal como él lo soñó.
En estos tristes instantes
la luna al cielo asomó
y un suave velo de plata
sobre su cuerpo tendió.
Recordemos con cariño
y con profunda emoción
al héroe que por su Patria
la vida sacrificó.
Todos con dolor juramos
vengar al valiente hermano
hasta que al fin acabemos
con el último villano.
El 8 de abril de 1931.
Fuente : Mario Borge, quien posee el original a máquina.
6
TRAIGAN MECATES POR MILES
Por Miguel Ángel Ortez
Traigan mecates por miles
para los verdes y rojos
que los guinden en manojos
como traidores y viles.
La semana es sin domingo
y al que le tiemblan las patas
que sigan andando a gatas
para que lo monte el gringo.
Esa tal Contabularia
que se junta con los machos
cuando asoman mis muchachos
se ve amarilla de miedo;
pero de la malaria.
Fuente: Ramón Romero, Sandino y los yanquis.
México, Ediciones Patria y Libertad 1961, p. 174.
Recolector: Idem.
7
LA PATRONA DE LAS SEGOVIAS
Por Miguel Ángel Ortez
La patrona de las Segovias
la Virgen de la Asunción
nos alegra el corazón:
allí viene Miguelito
con todito el batallón.
Y llegaron a Potoro
y el parque se acabó
empuñaron los machetes
y ningún gringo quedó.
En las Segovias se fragua
el maiz del sandinismo
para darle a Nicaragua
el pinol del patriotismo.
A todo les da lo mismo
que la milpa se reseque
cuando el macho
se nos cruza en el camino.
Fuente: Ramón Romero: Sandino y los Yanquis.
México Ediciones Patria y Libertad, 1961, p. 174.
Recolector: Idem.
8
ESPERANZA FERVIENTE
Por Francisco Estrada
A mi amor lejano,
perdido o a lo menos olvidado.
Fue mi anhelo hoy mi recuerdo
Que en noche de insomnio
Y de triste recordar
Muy lejos voy a estar.
Mas no quiero recordar
Ni siquiera imaginarme
Que algún día debo encontrarla
En mi camino, para apagar
la llama. Llama que abraza
y despedaza en el éxtasis
de mi pasión, envuelto
en ella mi corazón.
Las Segovias, Julio 2, 1929.
Fuente: Original a máquina de El verdadero Sandino (1935).
9
A ELENITA ROSALES TIFFER
Por Narciso Sotomayor
A ti, reina de los corazones,
dedico mi canto sonoro,
pues tú llevas los blasones
del más valioso tesoro.
De la Ciudad de las Flores
siempre serás la primera
en estertar los colores
de tu eterna primavera.
Niña pura, candorosa,
que hechizas con tu mirar,
en tu boca está una rosa
que me hace suspirar.
Todo en ti yo lo admiro
porque eres una ilusión;
Y en tu recuerdo suspiro
sangrando mi corazón.
Sección Central Wiwilí, enero 1º de 1934.
Fuente: La Noticia, 20 de enero, 1934.
Recolector: Jorge Eduardo Arellano (1976)
10
HOY VEINTIUNO DE FEBRERO
Por Ismael Peralta
Hoy veintiuno de febrero
El Chipote está enlutado
porque recuerda al guerrero
que un traidor ha asesinado.
Soy humilde campesino
trabajador y honrado,
soy patriota y fuí soldado
de Augusto César Sandino.
El Chipote enfurecido
un juramento ha prometido:
Sandino, serás vengado.
Fuente: Desconocida.
Recolector: José Santos Rivera.
APÉNDICE
C U A D R O
Por Alfonso Alexander
Siete flores blancas de heliotropo en una vaso
sobre una humilde mesa de madera; en el suelo
racimos de plátanos, calderas y un pedazo
de pala casi junto a una albarda de cuero.
Siete tapescos largos, una toalla, un pañuelo,
colgados a una vara, y en amoroso abrazo,
una ametralladora, un salveque, un retazo
de cordón y sobre ellos un oscuro sombrero.
Siete hombres: unos sueñan, otros juegan la taba;
Sentado a mi derecha el General Estrada
lee a Flammarion, afuera se oye batir el guabul.
El río corre al frente: ancho, grave y oscuro
mientras Justo cocina, fumándome yo un puro
y el cielo cambia en plomo sutil su traje azul.
1933
Fuente: La Prensa Literaria, 21 de febrero, 1977.
MIGUEL ÁNGEL ORTEZ
Caballero de las Segovias
por el Dr. José Alberto y Ortega
(Libertad o Muerte, No. 3)
2a quincena agosto, 1966
Miguel Ángel Ortez una vez incorporado a la Gran Jornada Libertaria Sandinista, se entregó con todo el entusiasmo de su patriotismo y juventud, poniendo todas sus aptitudes y talento al servicio de su patria. Habiéndose trazado un plan superativo y desinteresado, fue consciente de su sacrificio; y comprendiendo que en tal entrega encontraría la muerte, decía:
Ya no diré que no a tanta mano sucia
que tendida sobre el mundo,
es una aspa de molino sarmentosa
que tiembla ante el futuro.
Ya no diré que no a la llama que se apaga
y mueve en instantánea los párpados calientes,
allí donde el pabilo es un minúsculo
y retorcido algodón de urgencia.
Ya no diré que no a la tierra reseca
amarilla, grietosa y macilenta,
que sueña con el alambre
tendido y rumoroso de la fuente.
Ya no diré que no al borracho que gime,
a la prostituta que llora,
a la rama quebrada sobre el cerco caído,
ni a la gata escaldada por la sucia boñiga.
Ya dejaré decir que no a esta vasta
rebelión de sangre hirviente
que me sube hasta el pecho,
golpeando mis flancos y gritando Justicia.
No, ya no diré que no como esclavo sumiso.
Quiero mi libertad, mi paisaje, mi sol,
mi huacal y mi “nacida” jícara,
mi vaivén de perezosa hamaca
y mi lenta carreta.
No más chiclets ni kakys,
ni Good bay, ni yes man...
En cruz sobre esta tierra,…
mi sangre será el abono de la siembra futura.
Su campaña rebosó de optimismo, olvidando en su sed de justicia su “tórax de piedra”, aunque así estaba escrito en la pizarra del tiempo. Infiltró en sus compañeros la fe y el optimismo, basado en un amor sin límites al patrio suelo y la idea central de que la entrega a la patria, es un deber que se inicia desde el nacer. Toda la trayectoria Ortezeana, desde su férea biología, hasta la síntesis espiritual de sus vivencias, llena un fin, entrega total a la patria.
Yo me doy todo entero
como antorcha encendida,
que se queme la vida
y florezca en lucero.
La vida la concibe con un fin primordial al servicio de los intereses generales del campesinado y un eterno darse a la libertad. El abrió su ojos cuando el sometimiento a una infamante intervención, era visión corriente de entreguismo, y vileza, productos de las ambiciones de los políticos y de las largas uñas de los monopolios yankees. Trasplantado de las zonas montañosas de Las Segovias a la cultura leonesa, ya traía sus inquietudes que maduraron y florecieron al calor de la ciudad rebelde, universitaria, romántica y feudal.
Sometido a los reglamentos colegiales, su alma montoñosa de indómito campesino, se rebelaba a estas rígidas disciplinas y daba expansión a la asfixia de su espíritu, en las oxigenadas regiones de la poesía libre:
Mí alma es como un globo elástico,
que cada día dilata su capacidad
con las fuertes presiones del ambiente.
Soportará esta presión de libertad?
Qué haré con estas ansías redentoras?
Es un absurdo el pequeño David,
sin bandas, sin piedras y sin eco,
ante el Goliat del Norte con estrellas?
Podrá mi pobre soledad de campesino
romper con un grito de justicia,
el grueso cristal de torva sumisión
donde arrodillados miran los esclavos?
No sé Dios mío; pero me obsede
esta triste indecisión del desdichado.
O desgarras el blobo de mi alma
o le das la potente dureza del acero.
No pretendo presentar a Miguel Ángel como un gran poeta, ni siquiera como regular; pero con rima o sin ella, resalta en el pentagrama de su dimensión heroica, la nota patriótica; y si no, oigan como canta más adelante:
Todo, menos sentirse infeliz
frente a la patria deshonrada.
Quiero oir su voz recién nacida,
sin mordazas ni talniecas.
Quiero oir su voz sin trabas,
en la cancín sonora del zanate,
en la brega saltarina de la fuente,
en el susurro rumoroso de los pinos.
En El Coco encrespado y altanero,
en los ojos azules de los lagos,
las llorosas pupias de Yalí
y la Cosigüino pipa fumadora.
Vale la pena repetir los versos no poco conocidos y que conservo casi íntegros, en que se dirige a Sandino; con una mezcla de igualdad, irreverencia y hasta cierto menosprecio admirativo:
Oye mi General:
Muy pronto llego,
con mí torax de piedra invulnerable,
mis doradas (…)
y mis tontos amuletos.
En las manos un fusil de precisión
y un yankee muerto.
Iré descalzo y sin sombrero,
mi pantalón de yute remangado
y el corazón como un tambor
para el asalto.
Oye mi General:
Tú no me importas,
ni tu nombre,
ni tu blusa, ni el sombrero,
mucho menos el color de tu pañuelo.
No soy liberal, ni cachureco
soy un Segoviano cafetero
que sabe decir Jodido, chocho,
idiai, no me jodás y come mierda.
Soy igual a los demás,
ni más listo, ni pendejo;
Pero para servir a Nicaragua,
siento en verdad que a mí me cuelgan.
(-Pasa a la Pág. 5a-)
Este folleto terminó de imprimirse
en la IMPRENTA NACIONAL,
el 28 de Agosto de 1980
Bajo el cuidado de
María Elena Malespín, (granadina)
BIBLIOTECA
Jorge Eduardo Arellano