La Policía Nacional, realizó un acto de pacificación en el Instituto Nacional Miguel Ángel Ortiz y Giller, con el lema “Sin arma, Sin miedo, Soy Nica Soy Paz”, en donde hicieron acto de presencia 460 jóvenes de los municipios de El Viejo y Somotillo, en el departamento de Chinandega.

Esta actividad refleja el trabajo que realiza la policía nacional, coordinando labores con los gabinetes de la Familia, Comunidad y Vida, para garantizar seguridad y estabilidad en la sociedad. Los jóvenes chinandeganos durante esta actividad, entregaron simbólicamente sus armas como muestra de la unión que poseen con la Institución.

Asimismo, firmaron un compromiso de vivir en paz, sin arma, sin miedo, esto como muestra del resultado que la Policía Nacional realiza con los jóvenes chinandeganos que vivían en riesgo y ahora se integraran a la sociedad para así dejar las calles y con ello la delincuencia.

“Esto es parte del modelo que viene trabajando la Policía Nacional articulado con las diferentes instituciones del estado, los gabinetes de la familia, las alcaldías del poder ciudadano, trabajando desde la persona. Este no es el primer acto nosotros tenemos ya 15 mil jóvenes desmovilizados o pacificados en diferentes departamentos de Nicaragua”, explicó La primera Comisionada de la Policía Nacional Aminta Granera.

En ese orden, la Policía Nacional brindará acompañamiento a estos jóvenes en diferentes actividades, tales como las deportivas. Igualmente, garantizará un certificado técnico ya sea en carpintería, electricidad, mecánica, barbería, pastelería, entre otras, para que ellos puedan desarrollarse profesionalmente y aportar a su comunidad.

“Estamos aprendiendo a sociabilizarnos con otros chavos de otros barrios, y a no usar más la violencia, ya no me mantengo en las esquina porque son de perdiciones, por eso le pido a otros chavalos que no se integren en las pandillas que solo les trae problemas, acatemos lo que dice la policía”, dijo Wilbert Paniagua, originario del barrio La Vinagrera, municipio de El Viejo.

Patricio Juárez, expresó: “antes caminaba robando, caminaba en violencia, fui drogadicto y alcohólico, pero gracia a Dios y a la Policía Nacional ahora ya estoy arrepentido y con este proyecto voy para delante porque quiero ser alguien en la vida y voy a animar a mis amigos a integrarse en esto".

De esta manera, los jóvenes chinandeganos, se convierten en convencedores juveniles, para que otros dejen la violencia, dejen las armas y trabajen de la mano con la Policía Nacional en diferentes actividades que se desarrollen en sus departamentos.