El embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Denis Moncada, pidió a los gobiernos latinoamericanos reconsiderar su participación en la Cumbre Iberoamericana y en la Cumbre de la Unión Europea y América Latina y el Caribe, tras el cerco aéreo que impusieron varios países de Europa al avión oficial del presidente de Bolivia, Evo Morales.

En el debate que se lleva a cabo este martes en la sede del organismo, en Washington, Estados Unidos, por la agresión a Morales la semana pasada, Moncada consideró que los gobiernos de España, Francia, Italia y Portugal se confabularon por mandato de la élite del poder imperial para agredir y ofender al Presidente de Bolivia.

"Estas medidas crearon las condiciones para que se pudiera producir un accidente aéreo, poniendo en riesgo la seguridad y la vida del presidente Morales y su comitiva. Estos hechos constituyen una situación muy delicada y peligrosa, dirigida por algunos sectores del poder norteamericano", sostuvo.

Moncada recordó que dichos países cercaron al avión oficial de Morales tras alegar supuestas "sospechas" de que en la aeronave podía ir el exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos Edward Snowden.

"La persecución a Snowden por denunciar el espionaje masivo contra gobiernos, organizaciones sociales, instituciones y ciudadanos de todo el mundo amerita la atención de los organismos de derechos humanos tanto en Europa como en América Latina y el Caribe, ya que el sistema de espionaje global de Estados Unidos es ofensivo y debe ser rechazado internacionalmente", apuntó Moncada.

Durante su intervención, ratificó la disposición de Nicaragua de otorgarle asilo político a Snowden, por considerarlo un acto humanitario "que ejerce soberanamente el Estado de Nicaragua para proteger la vida de un perseguido".

Resaltó que los países mencionados y el embajador de España en Austria transgredieron la resolución 3166, aprobada por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1973, que contempla la Convención sobre la Prevención y el Castigo de los Delitos contra Personas Internacionalmente Protegidas, Inclusive los Agentes Diplomáticos.

"Se deben tomar medidas apropiadas y eficaces para la prevención y el castigo de esos delitos, lo cual da la pauta para que las autoridades competentes de dichos países puedan iniciar los procesos judiciales correspondientes para determinar responsabilidades penales, administrativas, políticas y diplomáticas", apuntó Moncada.

El representante diplomático expresó la solidaridad de su país con el presidente Morales y con el pueblo boliviano, a quienes considera actores importantes de la comunidad interamericana y caribeña "en la lucha por la justicia, la libertad, la soberanía, la paz y la dignidad de nuestros pueblos".