Corea del Norte responsabilizó este miércoles al Gobierno de Seúl por “crear obstáculos “ que hicieron fracasar el intento de diálogo bilateral programado y suspendido durante esta semana, y denunció que el Gobierno del Sur sólo busca retrasar y socavar las posibles conversaciones, para obedecer los mandatos de Occidente.

El Comité norcoreano para la Reunificación Pacífica de la Patria acusó a su vecino del sur de “no tener ninguna intención de entablar un diálogo de respeto, pues sólo buscaba crear nuevos obstáculos en las conversaciones, para retrasarlas y socavarlas”.

Pionyang reveló que cuando estaban a punto de enviar su delegación a Seúl, se enteraron que Corea del Sur había puesto al frente del grupo de diálogo a un viceministro y no a un ministro.

“Es un comportamiento provocador, descortés e inmoral que nos lleva a dudar sobre si finalmente podremos debatir y mejorar las relaciones: Incluso, nos hace dudar de la posibilidad de diálogo entre autoridades de alto nivel”, reseñó un comunicado del Comité.

Asimismo, Pionyang aseguró que, debido a tantas complicaciones y la actitud de su vecino, “no tenemos nada que esperar de las conversaciones entre autoridades del Norte y del Sur”

Las dos Coreas habían acordado sentarse en la mesa de diálogo este miércoles. Sin embargo, las negociaciones fueron canceladas 24 horas antes de que dieran comienzo, porque las partes no pudieron ponerse de acuerdo acerca de los miembros que iban a integrar las delegaciones.

El diálogo previsto pretendía ser un paso hacia la resolución de la crisis entre ambas naciones que amenazó, incluso, con convertirse en una guerra nuclear. Habrían sido las primeras negociaciones entre el Norte y el Sur en los últimos seis años.

La península coreana ha entrado en un ciclo de retórica militar desde el pasado 11 de marzo, cuando Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron unas maniobras militares conjuntas.

Washington, que desempeña un papel crucial en el agravamiento de la crisis entre las dos Coreas, envió a la península coreana bombarderos nucleares, aviones de guerra y miles de tropas militares.

Corea del Norte, en respuesta, advirtió que si Washington y Seúl lanzaban un ataque, el conflicto acabaría convirtiéndose en una guerra nuclear. Seguidamente, Pionyang emprendió nuevamente sus ensayos nucleares, provocando la condena de Estados Unidos.